viernes, 23 de septiembre de 2011

Ocio, una herramienta mágica para apoyar la inclusión social

"Si haces planes para un año, siembra arroz; si haces planes para diez años, planta árboles; si haces planes para toda la vida, educa a la gente." (Proverbio chino)

Uno de los elementos menos tomados en cuenta, quizás menos cuidados o que menos se sabe poner en práctica, en los muchos diferentes procesos educativos para la inserción social es el del ocio. Sin embargo es una herramienta de apoyo clave, fundamental y de gran utilidad para las personas educadoras y de gran valor para las personas que están haciendo procesos de inserción social.

Tenemos que entender que todos los procesos educativos, sobre todo cuando están relacionados con la inserción social, son procesos largos, complicados, en algunos casos estresantes, en los que las personas deben ubicar y enfrentar sus dificultades y miedos, reeducarse en hábitos, rehacer relaciones, construir habilidades... Muchas veces son personas que se sienten desmotivadas, perdidas, aburridas, ansiosas, les entran dudas, miedos, tienen una autoestima baja, se frustran… Realmente son procesos muy complicados.

Por estos mismos motivos estoy convencido que el trabajo sobre el ocio es una herramienta fundamental de apoyo al trabajo educativo y a la inserción social. No quiero decir que sea más importante que otros, ni mejor, ni sustitutivo de nada, al contrario, creo en el ocio como herramienta de apoyo, pero como herramienta clave que debemos trabajar y desarrollar, algo que pocas veces hacemos. ¿Y porqué digo esto?

A través del ocio, adaptado a cada edad, realidad, contexto, nacionalidad, cultura…, podemos trabajar aspectos muy diferentes pero todos ellos valiosos. Me refiero (1) al ocio como fin en si mismo, como espacio para disfrutar, pasarlo bien, reírse, entretenerse, animarse, como bienestar personal; me refiero al ocio (2) como herramienta educativa en si misma, una herramienta que puede educar en valores, hábitos, actitudes, en formas de ser, que permite practicar habilidades sociales; me refiero al ocio (3) como facilitador de los procesos educativos ya que las personas, al pasarlo bien, están más esponjosas, más receptivas al trabajo educativo, con menos barreras, más liberadas; me refiero al ocio (4) como facilitador de los procesos de inserción social ya que fomenta nuevas relaciones, socialización, nuevas redes sociales, encuentros; y por último, me refiero al ocio (5) como facilitador de la prevención de diferentes posibles recaídas ya que facilita herramientas que les ayudan a alejarse de los espacios de exclusión social.

Creo que debemos atrevernos a explorar esta posibilidad, a desarrollarla al máximo, a utilizarla como herramienta de apoyo clave porque ofrece resultados inmediatos, calidad de vida y facilita los procesos educativos de una manera importante. Algo bueno para las personas en procesos educativos y para las personas educadoras que trabajan con ellas.

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