martes, 6 de septiembre de 2011

Y en Roma ya hablaban del ocio...

“Es genial comprobar que todavía tienes la capacidad de sorprenderte a ti mismo” Kevin Spacey en Belleza Americana.


Conversar sobre el ocio es algo bastante común, por lo menos lo ha sido para mí en muchos momentos de mi vida. Con amistades, con personas conocidas e incluso en charlas con alumnos de diferentes materias el ocio es una conversación recurrente, sencilla, como una especie de muletilla para iniciar otras conversaciones “más profundas”. Sin embargo ¿Cuánto sabemos del ocio? En nuestra educación, en nuestro crecimiento, ¿Alguna persona nos ha hablado del ocio? ¿De su significado? ¿De su valor? ¿De la importancia que puede tener en nuestra vida? ¿Cuánto hemos trabajado este aspecto en nuestra vida?

Reconozco que yo no iba más allá de saber que el ocio, durante mucho tiempo, había tenido una connotación negativa. Esas famosas frases “siempre estas ocioso” o “eres un ocioso” seguro que las hemos escuchado alguna vez. Incluso, durante tiempo, disfrutar del ocio parecía como si desarrollar aficiones no fuera algo positivo y te impidiera trabajar... Como casi siempre, la historia nos ayuda a comprender las cosas con otra perspectiva. En el caso del ocio no es diferente.

El error más común es creer que ocio y tiempo libre son sinónimos, algo que no es del todo cierto. Tienen aspectos en común pero no son equivalentes El ocio es un concepto que viene de las civilizaciones griega y romana buscando el desarrollo de la potencialidad del ser humano. El tiempo libre es un concepto que viene de la revolución industrial y se reclamaba para descansar del trabajo. Más recientemente –y atendiendo al aspecto cuantitativo- el aumento del tiempo libre en las sociedades capitalistas responde a una necesidad estructural del sistema: descansar para seguir produciendo y disponer de tiempo para el consumo. La diferencia no está solo en el significado principalmente está en la conceptualización de ambos términos lo que no es poca cosa.

En mi caso, descubrir las raíces del ocio y el tiempo libre fue un aprendizaje sorprendente por lo que tenía de abrir los ojos, de comprender y de diferenciar términos y conceptos. Y por eso lo comparto ya que siento que sin estas bases primeras resultaría muy difícil explicar lo que pretende ser OCIOTOPIA.

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